Amen lo que jamás verán
dos veces
Alain Badiou
Porque cuando ví el amor
y la furia en mi adolescencia empecé a entender de qué se trataba desvanecer, porque
cuando amé con furia me enojé de amar. Porque cuando me dijiste que faltaba
tanto tanto para todo a mí me parecía un mar de fragilidad. Porque con los años
entendí que querías que entendiera pero era tan acelerada y tan intempestiva
como lo soy ahora, pero con escamas. Porque aferré tus manos ese diciembre y
aunque no podías hacerte ver, esa vez te ví. Porque de eso se trataba, era tan
fácil, amar lo que una vez te dilata y nunca se distiende. Porque me tiendo
ahora, lánguida (esa palabra que tanto me gusta y que siempre imagino) y tiendo
a relajarme de una vez por todas, porque a él también le agarraste las manos
ese diciembre, y andá a saber qué le dijiste con los ojos.
Y porque nunca enmudece
eso que no vemos dos veces, porque nos miramos siempre.
Gracias.
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