Enredarse en los propios pliegues,
en esos jirones de piel que se hacen en las articulaciones de la memoria, en
los dedos que se rompen de tanto arrancar. Un laberinto muscular intrincado,
desconocido en sus recovecos, sin salida, pero también sin entrada. Recorrer
líneas rectas o curvas resbalosas. Deslizarse entre los acontecimientos (o no
querer despertar).
viernes, 20 de diciembre de 2013
lunes, 11 de noviembre de 2013
Límites
Mi cuerpo es lo contrario de una utopía, lo que nunca está bajo otro cielo, es el lugar absoluto, el pequeño fragmento de espacio con el cual, en sentido estricto, yo me corporizo.
Michel Foucault, El cuerpo utópico.
Un libro infinito que hable de los límites
del cuerpo. Un libro de arena que dé cuenta del hiato que se abre entre el
cuello y las uñas de los pies. De lo más sensible a lo más rígido, de lo
marcado a lo virgen. De lo que murmura sí, de lo que grita no. De lo que
oscurece los ojos, de lo que obstaculizan los aromas, de los viajes que
proponen las yemas de los dedos. Un recorrido que cartografíe los finales. Eso.
miércoles, 25 de septiembre de 2013
Pesadez
Tantos
maquillajes
y perfumes
incendiados
no pueden,
a veces,
cubrir un
cuerpo
que se sabe
leve
danzarín
volátil
tantas
pestañas que se arrojan al abismo
y que son
imposibles de ondular
no podrán
esconder un mundo
detrás de
las pupilas
y esta
mordaza al lenguaje, que son los labios
no podrá
(nunca) resistir la fuerza de este grito
el que se
sabe mudo,
acariciado.
viernes, 13 de septiembre de 2013
El viaje
Nunca te sentí tan viva, dijo ella,
y la puso frente al espejo
ni siquiera para no ser, adentro de
ese vidrio cansado de viajar,
podrías hoy mecerte con la espuma
ni siquiera para no ser, podrías
pedirle a la ausencia
que te espíe por la ventana de tu
escape
y se meta de a poquito, horadando,
en los poros de tu piel.
miércoles, 28 de agosto de 2013
Abisal (segunda parte)
Lo sensato sería, que ya no imaginara situaciones acerca de las cuales me es imposible dar cuenta. Lo mejor sería, que dejara(mos)de abandonarnos a ese abismo de palabras y de latencias intermitentes, de deseos pudorosos y búsquedas infinitas.
Pero lo abisal sería mirarnos a los ojos un día y secarnos las lágrimas con los puños gastados de tantas promesas y de tanta espera. Que se abra una puerta que dé a la nada, y que sin cerrar los ojos nos arrojemos.
domingo, 14 de julio de 2013
Suspensión
Al norte de China, en Datong, hay una montaña taoísta. Allí,
flotando entre las rocas, se levanta ante los ojos Xuang Kong Si: el monasterio suspendido en el aire. En su interior
reúne algunas de las más bellas estatuas budistas construidas en madera, muchas
de ellas decapitadas o completamente destruidas a manos de los guardias rojos
durante la revolución Cultural. Es el único monasterio que da refugio a las
“tres religiones” tradicionales chinas: budismo, confucianismo y taoísmo.
Si se observa detenidamente la
imagen, pueden verse unos pilares de madera que parecen sostener la estructura
del monasterio. Y digo parecen, porque en verdad no la sostienen. Los pilares
fueron colocados allí para brindar “seguridad” a sus visitantes. Si mentalmente
quitáramos los pilares, el monasterio quedaría, literalmente, flotando en la
nada. Quienes idearon semejante
arquitectura hace más de mil quinientos años, fueron constructores tan
experimentados que lograron sostener un monasterio en el vacío.
Ya lo dijo Nietzsche…cuando miras
demasiado al abismo, éste mira dentro de ti.
miércoles, 5 de junio de 2013
Palomas
tengo en la cabeza la imagen de una niña
que nunca fue niña
tengo en las manos una paloma herida que aletarga el vuelo
cuando nos ve dormidos
tengo en el medio de los ojos un mapa
que no lleva a ningún lugar
y no tengo en los pies alas, como Frida,
sino más bien el susurro de un camino
gastado
miércoles, 22 de mayo de 2013
Sanar
Beili Liu
«Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper».
ellos se duelen de
silencio
no pueden
todavía
acariciar la palabra
a contrapelo
amigarse con lo indecible
profanar el pasado
y sepultarlo
al menos un tiempo
ese
que hace que todo
todo
duela menos
martes, 12 de marzo de 2013
Puentes
Tiendo un puente infinito
que una y me quedo esperando al otro lado. De espaldas al puente, sentada en un
piso inmóvil, abrazando mis rodillas, me pregunto qué pasa.
Pienso en Tanabata,
Orihime y Hikoboshi, la princesa tejedora y el pastor cruelmente separados.
Pienso en Orihime llorando y creando un río y en las urracas construyendo un
puente para ellos. Sólo podrán verse el sèptimo día del séptimo mes.
Sé que algunos tienen
ríos en los ojos y una corriente que arrastra su mirada. Sé que algunos tienden
puentes en el pecho para que alguien los cruce, y otros los demuelen para morir
en soledad.
Yo me enfrento al puente
que hice y cruzo al otro lado, y por fin entiendo, que todos los días pueden
ser el séptimo…del séptimo mes.
jueves, 14 de febrero de 2013
Contener
Me regala
cajas
dos
de sus
últimos regalos
fueron
cajas
(una
tiene
llave)
sabe de su
encanto
y del mío
al
abrirlas, al cerrarlas
al mirar el
vacío que contienen
vacías
de mí
de los dos
de todo
al
llenarlas me susurran
que mire en
lo profundo
que caiga
en sus abismos
que acune
ese silencio
antes de
llenarlas
antes de
vaciarlas
antes de
cerrar.
viernes, 18 de enero de 2013
Historia...e infancia.
No jugábamos a los dados.
Pero de haberlo hecho, el curso del mundo habría cambiado sólo con desearlo un
poco en nuestra infancia compartida. Refugios con toallas y escobas, bicicletas
demasiado grandes para nuestros pequeños cuerpos, autos, pelotas y ninguna
muñeca, aventuras en los árboles, en tierras desconocidas, en universos
inventados. Odiseas en la pelopincho.
Y lo inmenso era el
deseo, y lo pequeño las tardes que duraban poco, y lo difícil los retos que
eran eternos, y lo doloroso la despedida inducida. Mirarnos a los ojos después
de veinte años, y no querer que llegue la tardecita, porque se hace de noche… y
hay que volver.
jueves, 10 de enero de 2013
miércoles, 2 de enero de 2013
Weltanschauung
ella:
- no pasan nubes frente a mi ventana,
sólo recuerdos
él:
-quizás eso que llamamos recuerdos sean nubes que pasan en un cielo que cabe en una ventana; o algo así.
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