jueves, 29 de diciembre de 2011

Erotismo



El sueño de la esposa del pescador[1] siempre me obsesionó. Quizás por la fantasía femenina más inimaginable, quizás por la viscosidad de dos pulpos entrelazándose al cuerpo de una mujer, uno pequeño, atenazando uno de sus pezones y besando su boca, y el más grande succionando vorazmente su vagina. Quizás el rostro entregado al placer, quizás lo imposible del deseo realizado, quizás lo impactante de saberse engullida por una textura completamente desconocida. Quizás la violenta intimidad que yace entre las piernas, en la entrega húmeda de un cuerpo vaciado.

Quizás.



[1] El sueño de la esposa del pescador es una xilografía de 1814 realizada por Katsushika Hokusai, y perteneciente al género Ukiyo-e (“pinturas del mundo flotante” o estampa japonesa, desarrollada durante el período Edo(1603-1867)). Es también un ejemplo de Shunga (“imágenes de primavera”) un género que tiene como tema principal la representación del sexo. El término “primavera” aludía eufemísticamente al acto sexual. Las escenas representadas dentro del género Shunga incorporaban personajes de diversa índole: comerciantes, samuráis, monjes, seres fantásticos y mitológicos.