Una vuelta más, y van...?
G.
G.
Arrastrarse, acaracolada, dejando tras de sí translúcida baba, por nadie vista. Cargar la casa en las espaldas, porque no hay raíz.
Creer que amar es un paseo, rosado, y mentiras proferidas por una boca que hacia adentro, ríe de sus dichos.
Lo triste es perder, perder-se, y no poder hacer con ello un equipaje, y descargarlo en una esquina, olvidarlo, y proseguir.
Lo triste es seguir creyendo que existió lo prometido, lo pactado, lo imaginado, lo ficcionalizado: creerse la escena, creer en el montaje. Eso es lo triste.
Del otro lado, florecen los sakuras, pero de verdad.
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