lunes, 27 de septiembre de 2010

Raku (樂)

(A Tato y a Rubén, por su sensibilidad, y por su invitación)


"La verdadera belleza solamente llega a descubrirla
aquel que mentalmente completa lo incompleto"
Kakuzo Okakura.


Volver a los bordes, después de tanto tiempo.

Palpar con la piel lo irregular de la carne, que se hace barro en un instante.

Acarici
ar desesperadamente un vacío, y meterlo entre los labios, apretado, y beber lo

incontenible, hasta que quede expuesto el dolor y el placer de saberse incandescente.

Volverse fuego, y tierra, y aire, y ser líquida otra vez.




Sentirme contenedoramente c
ontenida,

y quedar atrapada, girando eternamente en un cuenco sublime,

que sólo sabe devolverme al

m
ismo lugar, pero que ya es otro.

Espiar cómo el fuego provoca el brillo,

y el esmalte del tiempo pincelea, una vez más,

aquello que hay, en nosotros, de horrorosamente irrepetible.

6 comentarios:

jime rivas dijo...

Yo diría 'hermosamente' irrepetible, al menos en cuánto a cómo escribe la que sabe que es devuelta a un lugar que ya no es más, el mismo que era. Saludos.

Karen dijo...

Sí, Jimena. Es que justamente, es imposible concebir lo horroroso en este caso sin una cuota de máxima belleza:horroroso, de tan bello.
Saludos

Anónimo dijo...

Polvo de palabras que se desmenuzan entre las cenizas del fuego.
Cual lejanas luces del cosmos, construyen sensaciones con textura, cuerpos y olvidos.
Lo no dicho, está dicho en actos.
¡Magnifica descripción del raku!

Karen dijo...

muchas, muchas gracias, anónimo.

Mónica Oliver dijo...

En verdad Karen, soy anónima, por un error de tipeo.
En líneas generales, para decir, no me gusta el anonimato.
Para otras cosas, si.
Soy Mónica Oliver.
Muy delicado tu blog.
Grullas,pájaros de papel, huellas imperceptibles en las alas de las polillas...Bello.

Karen dijo...

Ahora sí, puedo decirte, Gracias, Mónica. Sos muy amable...
saludos