jueves, 27 de noviembre de 2008

Otro pliegue.

"Siempre hay un pliegue en el pliegue, como también hay una caverna en la caverna. La unidad de materia, el más

pequeño elemento de laberinto es el pliegue, no el punto, que nunca es una parte, sino una simple extremidad de la

línea.

El despliegue no es, pues, lo contrario del pliegue, sino que sigue el pliegue hasta otro pliegue".



Deleuze, Gilles (1989). El pliegue. Leibniz y el barroco. Barcelona: Paidós.










La grulla inexistente aún, comienza a plegarse en su propia imposibilidad,




la de no ser




y sin embargo




el primer pliegue anticipa la forma del vacío









Lo geométrico siempre me confundió




por su dureza?




por su rudeza?




quizás




formas de desesperar










Las formas cada vez más complejas




y esos pliegues interiores




que amenazan con desarmar (me)









allí, donde más duele




en el punto (si es que existe tal cosa)




donde todos los pliegues confluyen











y otra vez...




me despliego...




me repliego...











me hago una pelota




y una flecha




otra vez











y ya casi quiere aparecer




el pliegue infinito




y en el álgido mar




de abrir y cerrar mis piernas




de abrir y cerrar mis luces




pero también mis sombras






aparece


















2 comentarios:

Paco Guerrero dijo...

grata sorpresa me he llevado con tu blog,se respira belleza en las palabras.

Karen dijo...

Muchas gracias, Paco. Ya me dí una vuelta por el tuyo, preciosas imágenes.