miércoles, 25 de marzo de 2009

Ayer

Ayer no pude, pensar en ausencias. Ayer no pude hablar de desaparecer, de discursos con dolor, de discursos con amor, de discursos de perdón, de discursos de arrepentidos, de tanta gente que se empeña en que la memoria sea una mujer que se deja tirada en una cama con sábanas que hay que cambiar.
Ayer, ayer no pude.
Y hoy no es mejor, pero cronológicamente es una posibilidad para mí que no me paraliza, que no me ata las muñecas, que no me cierra la garganta, que no me opera la conciencia. Hoy puedo. Hoy creo. Hoy espero aprender que la tinta y el papel son usadas por todos, por los que olvidan, por los que no, por los que tienen algo que decir, por los que sólo tienen que ocultar, por los que dispararon, por los que recibieron, por los que vieron, por los que no dejan de mirar, por los que cierran los ojos, por los que no vieron pero saben, por los que saben y no quieren ver, y por los que prefieren creer que la vida seguirá su curso.

domingo, 8 de marzo de 2009