En Japón,
octubre es el mes en el cual los dioses se ausentan. Según el Shinto, durante
este período los ocho millones de dioses (kami) abandonan sus propios templos para
reunirse en uno de los más antiguos e importantes: Izumo-Taisha.
Octubre es
también el mes del Momiji (arce), el mes del enrojecimiento de las hojas.
Los dioses
no están, vacacionan, se divierten, socializan con sus pares. El arce se torna
rojo, todo se torna rojo. Y conviven, armoniosamente, la ausencia y el
enrojecimiento de la espera.
Se puede esperar. El tiempo puede detenerse y
sangrar, un instante, una eternidad, o lo que sea que duren las hojas antes de
caer.