miércoles, 22 de julio de 2009

Blanca Intemperie II


A la intemperie

el corazón al viento

el cuerpo helado

Basho

Blanca Intemperie


Estoy aquí,


por estar, y la nieve


sigue cayendo



Issa.

martes, 7 de julio de 2009

Momiji no ga

Momiji no ga, Genji Monogatari.



Mil hojas secas en un libro,


ya no pueden contra este jardín



Mil otoños entre mis páginas


ya no pueden deshojar ayeres


de momijis que en mí son rojos


(y de ginkos que aún son verdes)



Aunque crujan luego entre mil dedos


y fallezca su color



Mil hojas secas en un libro


o mil marcas en mi piel


o mil haikus amarillos




ya no pueden


contra este jardín.

jueves, 2 de julio de 2009

La marca es un vacío?



Treinta rayos se encuentran en un cubo,

y en su vacío reside el uso del carro.

Se trabaja la arcilla y se modela un jarrón,

y en su vacío reside el uso del jarrón.

Se horadan puertas y ventanas para hacer una casa,

y en su vacío reside el uso de la casa.

Por esto del ser proviene la posesión,

del no-ser, la utilidad.

Lao Tsé, Tao Té King, LXI




Se ha hablado del vacío como eso que hay que llenar. Se ha hablado del vacío como eso que es
carencia, pero qué pasa con el vacío en la marca?

Apelo al vacío como potencialidad, aquel vacío que inscribe en el cuerpo, en la marca, a través de
ella, una historia, una memoria que no encuentra su relato excepto en la carne que se presta como espacio vacío, para que pueda inscribirse el testimonio sin voz.








En su vacío reside lo que se instaura. Es, precisamente, a partir de él que tiene lugar su

instauración. Así como se horadan puertas y ventanas para construir una casa, se horada el

cuerpo como vacío, y se le da forma como marca. La carne está allí para decir su presencia, y no

desaparecer por detrás de un lenguaje que la traduzca, a no ser su propio lenguaje, el del cuerpo.








Cómo testimoniar lo imposible?


Cómo hacer hablar a la marca que me enmudece?


(igual al intento de hacer poesía luego del horror de las marcas del horror)








Ir por detrás de una marca que no deja de doler, arrancarla de su superficie y hacerla hablar.


Este vacío del cuerpo como uso de la memoria, me atraviesa como marca, se queda como cicatriz, y quiere hablar como cuerpo, pero también, indeteniblemente, como conciencia.




Imágenes de Ernesto Reich (Historias sobre la piel, en www.ernestoreich.com.ar)